jueves, 1 de abril de 2010

OBEY


Frank Shepard Fairey, OBEY, un artista y diseñador gráfico estadounidense, famoso por sus pegatinas (stickers) con la imagen del luchador André el Gigante y por sus diseños que toman elementos del cartelismo de propaganda política de mediados del Siglo XX.



Incluyendo lemas como "Piensa, crea, imprime y destruye", que mezclan lo subversivo con el entretenimiento, su temática y estética viene a ser a menudo una mezcla entre caricatura y la propaganda política. Su situación como artista es controvertida, manteniendo trabajos de diseño gráfico y publicidad con grandes marcas por un lado, y enfrentándose a detenciones en diversos países por vandalismo urbano con sus intervenciones, siendo de esta manera un representante marcado de la discusión sobre el papel del artista y su ideología en el momento presente de la historia de las sociedades capitalistas.
Reivindica el espacio público como espacio principal para la vida artística y cultural, proponiendo una crítica a la hegemonía estética y presencial de la
publicidad, encabezada por las grandes corporaciones financieras.

Shepard Fairey fue uno de los primeros artistas de graffiti de finales del siglo XX en propagar la técnica de pegatinas como intervención callejera. Comenzó en su ciudad natal y posteriormente en Filadelfia, Nueva York, Atlanta, Los Ángeles y San Francisco, durante sus viajes se extendió a otros países de Europa, Japón y México. Rápidamente se le unieron amigos y muchos otros interesados en formar un crew de anónimos que distribuyeron el mensaje en lugares públicos de todo el mundo.


Se conoce bajo el nombre de Obey Giant su obra callejera más representativa elaborada en entre los años 1986-1989 como parte de un proyecto escolar. Como en otros artistas de graffiti, este nombre sirve tanto para el acrónimo de la obra como para el pseudónimo de Fairey durante su ejecución.


Consiste en una serie de pegatinas que más tarde serían postres con el rostro de André el Gigante en diferentes variaciones de alto contraste. El lema/nombre original era GIANT HAS A POSSE (El Gigante tiene una pandilla), pero más tarde el concepto de Fairey empezó a hacer más presentes aspectos de filosofía social y crítica del sistema, y fue incluyendo la palabra OBEY (Obedece) sumando así mayor impacto y absurdo a la estética del tema. Define este trabajo como "un experimento de
fenomenología" donde la principal intención es re despertar un sentido de fascinación hacia el entorno de uno.
Esta campaña intenta estimular la curiosidad y atraer a la gente a cuestionar tanto la campaña como sus relaciones con quienes les rodean. Dado que la gente no está acostumbrada a ver anuncios o propaganda cuyos motivos no sean obvios, los encuentros frecuentes y noveles con la propaganda Obey provocan pensamiento y posible frustración, y en cualquier caso revitaliza la percepción y atención del espectador a los detalles.


Comenzó a repartir de forma gratuita estas pegatinas, convirtiéndose poco a poco en un icono de la cultura popular contemporánea. Las primeras pegatinas fueron fotocopiadas y colocadas por Fairey de forma local o en sus viajes, pero pronto empezó a repartir copias, imprimirlas con calidad de papel, definición y tintas, y enviarlas por correo a amigos y curiosos, haciendo que sus pegatinas fuesen colocadas en los espacios colectivos de muchos países. Ha realizado diferentes versiones del mismo tema, y también las ha incluido en exposiciones, posters, camisetas, diseños para estampados de monopatín, etc.


De acuerdo al contexto en el que se desarrollo, así como sus gustos personales, define y basa el estilo de su trabajo en el skateboard y en la escena del punk, otros de sus trabajos callejeros más destacados son los posters de grandes dimensiones, con los que empapela paredes a la vista de los viandantes en diferentes países a los que viaja.


En estos posters suele estar presente una temática política velada o una sugerencia de reflexión sobre los estereotipos de discusión estética, social o política. Su estilo está basado en parte en el cartelismo ruso de la era del comunismo y en el
arte pop, con elementos claros del comic estadounidense. Entre los motivos de esta temática están las efigies de Lenin o del Subcomandante Marcos
, aunque Fairey afirma no estar haciendo propaganda, sino buscar una provocación o un contraste. El trabajo de Obey, como se menciono anteriormente es de tema político y social principalmente, técnicamente la mayoría de las veces utiliza los stickers, aerosoles, serigrafía, instalaciones (se define como una técnica mixta).

Este impreso (técnica mixta) es parte de una serie llamada “Duality of humanity”, en la que podemos ver a través de las diferentes piezas que conforman esta colección, que el trabajo de Obey se enfoca plenamente a los temas sociales y antimilitaristas, el interés por este tema viene a raíz de su gusto por la música y la escena punk de principios de los años 70’s, así como por el gusto por la propaganda política.



En este impreso podemos observar un niño cargando una arma de fuego, esto pretende reflejar el desacuerdo de Obey en primer lugar hacia la guerra en general, ya que esto provoca miles de muertes de personas inocentes, niños y mujeres, en segundo lugar podemos observar la oposición hacia que los niños en otros países principalmente en oriente, que desde pequeños son entrenados para la guerra, cuando a esa edad los niños deberían estar jugando, divirtiéndose y preocupándose por otros temas y no por la guerra, creada por intereses políticos, religiosos y económicos.El nombre de esta colección refleja a través de cada una de sus piezas, esa dualidad, contraste, que existe y que se origina como resultado de la guerra y gracias a intereses políticos, religiosos y económicos de una minoría.

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